A oscuras o con luz,
el gato distingue todos los objetos
con insoportable claridad.
También dormido,
el gato ve con nitidez la imagen de sus sueños.
Para librarlo de las torturas de la buena vista
Dios le dio al gato
la indiferencia.
Darío Jaramillo Agudelo
quarta-feira, 8 de outubro de 2008
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